Aprovechando las fiestas
navideñas me lance a ver la miniserie de siete capítulos “John Adams” un Biophic
del que fue uno de los firmantes de la declaración de independencia norte
americana y segundo presidente de dicha nación.
Una de las razones que me
impulsaba a verla es la dirección a cargo de Tom Hooper, el cual hizo un
trabajo magnifico con “Los miserables” pero por otra parte me asustaba la temática
de la miniserie, se trataba de la época de la independencia, la cual los
historiadores americanos (y por lo general el imaginario colectivo) ha
mitificado hasta la extenuación llegando en ocasiones a cruzar la línea entre
los hechos y la ficción. Esperaba un discurso totalmente vacío de sentido pero
que fuera agradable a los oídos como ya nos acostumbró Mel Gibson con “El patriota” me esperaba ver
en fila uno tras otro los tópicos de dicha etapa, ver a unos colonos comportándose
de forma ejemplar y a unos británicos comportarse como bestias.
Además los Biophics tienen cierto
peligro, pues trata al personaje de una forma muy detallada, entrando en las
cuestiones personales, la vida familiar, las actividades más ordinarias del día
a día… esto suele llevar a que el espectador le acaba cogiendo cariño al
personaje y justifique las acciones llevadas a cabo perdiendo todo el enfoque crítico.
Así pues al empezar la visualización
empezaba a preparar mi sable para buscar cualquier mínimo error para
desacreditarla y sin embargo…. No me fue posible.
Obviamente la serie tiene errores
garrafales históricamente hablando, pero inmediatamente son cubiertos por
grandes aciertos. “John Adams” no nos muestra esa versión maniquea de la época de
independencia a la que ya estamos acostumbrados sino que nos muestra también los
fallos de las colonias, el comportamiento de violencia desenfrenada en Boston
llevada a cabo por los colonos y los matices políticos (asi como los defectos)
de la recién creada nación.
Es meritorio que muestren con
tanta claridad los conflictos internos del primer gobierno de estados unidos,
el vacío de la figura del vicepresidente y también los diferentes caracteres de
personajes como Washington (a mi parecer se podría haber tratado más a fondo)
Jefferson o Hamilton.
La serie trata en profundidad
temas que habitualmente no se han tenido en cuenta a la hora de llevar la temática
de la independencia a la pequeña o gran pantalla, un ejemplo de ello es la cuestión
crediticia y las dificultades del gobierno para impulsar una política económica
y centralizada para el mantenimiento de la nación y en segundo lugar y con
mayor importancia, la cuestión de la política exterior. En este último punto quizás
veamos una mayor inundación de tópicos a la hora de tratar a la vieja Europa, a
mi entender la degradación de la nobleza francesa se ha expuesto de una forma
tan excesiva que roza la caricatura grotesca así como la visión de los
holandeses, secos y parcos, de tal manera que parecen todos sacados de una obra
de Rembrandt.
Una cuestión aparte seria el
exceso cometido a la hora de retratar los personajes de Benjamin Franklin, en
mi opinión de una manera tremendamente desacertada e injusta y Thomas Jefferson el cual parece en ocasiones
un antisistema.
Aun con todo y a grandes rasgos
la serie me parece más que recomendable y en gran parte acertada históricamente
(obviamente alcanzar la perfección en este aspecto es casi imposible) y bien
caracterizada en general en cuanto a vestuario, comportamientos y formas se
refiere.
Parece que los productores y
guionistas americanos están empezando a observar bajo un ojo crítico su propia
historia y a plasmarlo asi en sus obras cinematográfica.
Sinceramente es motivo de admiración
y a su vez una grata sorpresa
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