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martes, 5 de noviembre de 2013

'Hijos del Tercer Reich (Unsere Mütter, unsere Väter)'

Vosotros, que surgiréis del marasmo en el que nosotros nos hemos hundido, cuando habléis de vuestras debilidades, pensad también en los tiempos sombríos de los que os habéis escapado. Cambiábamos de país como de zapatos a través de las guerras de clases, y nos desesperábamos donde sólo había injusticia y nadie se alzaba contra ella. Y sin embargo, sabíamos que también el odio contra la bajeza desfigura la cara. También la ira contra la injusticia pone ronca la voz. Desgraciadamente, nosotros, que queríamos preparar el camino para la amabilidad no pudimos ser amables. Pero vosotros, cuando lleguen los tiempos en que el hombre sea amigo del hombre, pensad en nosotros con indulgencia.
Bertolt Brecht (1898-1956).
He seleccionado este poema del dramaturgo alemán Bertolt Brecht para resaltar el significado que, espero que con el tiempo, adquirirán los escritos que vaya publicando que no será más que la expresión en público de un conjunto de reflexiones cuya base sea la realidad pasada o presente.
Resulta paradójico que, en la sociedad de la información, los historiadores, cuya atribución principal debiera ser hacer comprensible e inteligible el discurso histórico, hayamos optado por olvidar nuestra función social y pedagógica y nos hayamos elevado a un reino donde el rígido e ininteligible discurso académico, endogámico y putrefacto, se ha vuelto contra nosotros, alejándonos, aún más si cabe, de la sociedad .
Es por ello que, después de un proceso de difícil selección, he escogido como punto de partida de mis reflexiones "Hijos del tercer Reich". Esta serie se desarrolla bajo la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y nos cuenta la historia de 5 amigos. Lo novedoso, sin embargo, es el enfoque que nos ofrece, pues todos ellos son alemanes: los hermanos Wilhelm y Friedhelm (ambos soldados que combatirán en algunos de los frentes más famosos y sangrientos de la contienda), el judío Viktor y las chicas Greta y Charlotte.
Viktor,Greta Wilhelm, Charlotte y Friedhelm




La serie ha puesto sobre el tapete, a través de estas cinco historias, una nueva mirada del conflicto bélico más estandarizado por el cine estadounidense. Sin ninguna pretensión de exculpar a los alemanes por lo que hicieron, nos transmite las contradicciones que algunos de ellos sufrieron (la evolución de ambos hermanos es ilustrativa, así como las experiencias en el frente de Charlotte cuyo trabajo como enfermera le convertirá en protagonista de alguna de las escenas más interesantes, como aquella que acontece tras la llegada de las tropas soviéticas) y, además, gracias al personaje de Viktor no solo no se rehuye tratar la problemática judía sino que, a su vez, se revelan todo un conjunto de actitudes censurables y mezquinas de las que hicieron gala tanto la resistencia polaca como el ejército rojo.
Como historiador la serie ha conseguido que centre algo de mi dispersa atención en las bondades que, para el discurso histórico, tiene la microstoria italiana basada en que un conjunto de pequeñas historias pueden contribuir al conocimiento del pasado matizando de una forma significativa la interpretación imperante de un determinado problema (nazis malos, americanos-aliados-resistencia-partisanos... buenos).
Y sin más, pasemos a los personajes. Greta es, en mi opinión, el personaje más superficial, representa la vanidad y las veleidades que, por desgracia, todo ser humano posee. Una persona que, con el paso de los minutos, acaba embriagada de su propia fama -conseguida mediante métodos absolutamente lamentables para una mujer- y cuya historia acabará de una manera clarificadora.
De Viktor, en cambio, es enormemente interesante  la comparación con su padre, pues mientras el primero rápidamente se da cuenta de lo que está pasando con los judíos, el segundo aún cree en el estado alemán y en que sus servicios a lo largo de su avanzada edad no serán olvidados (este personaje debería impactar a una sociedad europea que está viendo como los fascismos y el antisemitismo está aflorando a pasos agigantados). Su historia personal es clave pues está entrelazada muy estrechamente con la de Greta y nos ayudará también a comprender como la sociedad alemana nacida después de los juicios de Nüremberg, hará un esfuerzo (duro y desagradable) por reconciliarse.
Charlotte es el personaje femenino de mayor relevancia, sin embargo creo que se le da demasiado protagonismo a su relación con Wilhelm que a los grandes momentos que aporta, sobre todo en su relación con enfermeras soviéticas asimiladas (si, por una parte los soldados del ejército comunista encarnan lo peor de la URSS stalinista, las enfermeras, en especial la primera, simbolizan la bondad y el perdón).
Y, finalmente, los hermanos Wilhem Friedhelm. Protagonistas de la serie (el primero es el narrador) sus historias discurren paralelas y en ellas, en especial en la del hermano pequeño, podemos observar un discurso antibelicista brillante, una crítica a la naturaleza vil y despiadada del ser humano, un canto al arrepentimiento y al perdón.




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